El tomate de árbol, también conocido como tamarillo, es una fruta originaria de América del Sur, especialmente de los Andes. Pertenece a la familia de las solanáceas, al igual que el tomate común y la papa.
Su nombre científico es Solanum betaceum y su forma es similar a la de una pera, con una piel lisa y brillante que puede ser de color rojo, amarillo o naranja. La pulpa del tomate de árbol es de color naranja y tiene un sabor dulce y ácido al mismo tiempo.
El tomate de árbol es muy nutritivo, ya que es rico en vitamina A, vitamina C, vitamina E y vitamina K, además de ser una buena fuente de antioxidantes y fibra. También contiene minerales como hierro, fósforo y potasio.
Esta fruta se utiliza en la gastronomía de muchos países. Es muy común consumirlo en jugos, mermeladas, salsas o como ingrediente en ensaladas y postres. También se puede comer directamente, pelando la piel y cortando en rodajas.
El tomate de árbol tiene propiedades medicinales, ya que se le atribuyen beneficios para la salud cardiovascular debido a su contenido de antioxidantes. También se le atribuye efectos positivos en la digestión y en la salud de la piel.
En términos de cultivo, el tomate de árbol requiere de un clima templado, con temperaturas entre los 15-25 grados Celsius. Prefiere suelos fértiles y bien drenados. Se reproduce principalmente por semillas y puede tardar alrededor de 9 a 12 meses en dar frutos.
En resumen, el tomate de árbol es una fruta nutritiva y versátil, que se utiliza en diferentes preparaciones culinarias y que ofrece diversos beneficios para la salud.
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